Contactar a Sergio de la Pava ha sido, posiblemente, una de
las cosas más complejas que haya tratado de hacer durante mi existencia
académica: sin información demasiado detallada acerca de su vida y con unos
datos de contacto mínimos, resultó ser un autor huidizo.
Después de realizar una sesuda investigación en la internet —quizá no tan sesuda, pero sí bastante problemática—, logré encontrar su web personal, en cuya parte inferior hay una casilla minimalista por medio de la cual se puede ‘contactar’ al escritor. El primer intento, fue un tímido correo en el que expresaba mi interés de realizar una entrevista vía correo electrónico, como parte de los compromisos adquiridos para una asignatura en la que trabajaría una de sus novelas, la desmesurada Una singularidad desnuda. ¿Sobrará decir que este primer intento fue fallido? No hubo ningún tipo de respuesta en un lapso cercano a dos semanas, a pesar de que mi mantra no sería otro que el de revisar constantemente mi correo, en caso de que la notificación emergente en mi smartphone hubiera sido pasada por alto.